Medio siglo es casi una vida. Pero si en el ser
humano la vida tiene un comienzo y un final, en nuestra Cooperativa la
vida se renueva cada día, cada mes, cada año… Por lo tanto la nuestra
historia, podríamos decir que ha sido y sigue siendo, una vida intensa
de permanente renovación.
Inspirados y animados por nuestro
insigne fundador Juan Font, allá por los difíciles años 50, un pequeño
grupo de hombres con pocos medios y mucha ilusión, protagonizaron el
nacimiento de una empresa cooperativa, en la que la aportación del
esfuerzo personal y el trabajo en común, constituían al mismo tiempo su
razón de ser y su mayor activo.
Posiblemente jamás imaginaron que
aquel proyecto sentaba los cimientos de lo que más tarde sería una
sólida y creciente realidad empresarial, como lo es hoy.
Muchos
de ellos ya han visto completada su labor y disfrutan de un merecido
descanso; otros decidieron un día iniciar su propia actividad y tuvieron
las puertas abiertas para hacerlo; y aunque algunos se quedaron en el
camino, y nos dejaron un recuerdo imborrable, a todos les animaba la
certeza de que la continuidad y el futuro de la Cooperativa, quedaban
garantizados con la participación de sus hijos e hijas en aquel hermoso
proyecto.
En este momento en que tengo el honor de presidir esta
Cooperativa, me llena de orgullo reconocer que somos una de las mejores
empresas de
Córdoba, y una de las mejores cooperativas de Andalucía. Nos avalan sesenta años de sacrificio y dedicación a una actividad industrial
-la imprenta- que,
lejos de estar en peligro, continúa mostrándose día a día, capaz de
convivir con las más modernas tecnologías, y se perfila como el mejor
vehículo, la herramienta más eficaz -como debió ser en sus comienzos-,
para el buen entendimiento entre las gentes de nuestro mundo
globalizado.
Esta es nuestra Cooperativa y este su espíritu que
siempre nos guía y nos estimula. Larga vida para todo el que siga
creyendo en él.